El avance tecnológico ha brindado, en muchos sentidos, de comodidades a la sociedad y dotado de apoyo a diversos campos de la ciencia. Tal avance ha sido tan significativo, que hoy en día la tecnología puede considerarse como pieza clave para el desarrollo de las actividades diarias en la mayoría de los países. Sin embargo, a la par del avance tecnológico, aumentan los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
Ya sea por el acelerado avance tecnológico y/o por el poco tiempo de vida útil de los equipos eléctricos y electrónicos, nos enfrentamos como sociedad a un gran reto por lograr una gestión adecuada de estos residuos. Hay países y regiones que han trabajado el tema desde hace algunos años, aun así, los retos y áreas de oportunidad siempre están presentes. En el caso de América Latina, países como Colombia, Chile y Perú, han emprendido acciones innovadoras en búsqueda de la Gestión Integral de estos residuos.
En México, el Instituto Nacional de Ecología (2007), estimó la generación de RAEE en el 2006 de 257 mil toneladas y de 300 mil para el 2010. El libro “Los Residuos Electrónicos en México y el Mundo de Rojas et al.” (2012),
señala que en 1994 a nivel mundial se desecharon cerca de 20 millones de computadoras, añade que los 500 millones de ellas que llegaron al final de su vida útil entre 1994 y 2003, generaron cerca de 2’872,000 toneladas de plástico, 718,000 toneladas de plomo, 1,363 toneladas de cadmio y 287 toneladas de mercurio. Tan sólo en México, en 2006, se desecharon cerca de 2’375,000 computadoras.
En México, se han implementado diversas iniciativas para la gestión de los RAEE; sin embargo, existen imprecisiones y huecos en nuestra legislación actual que dificultan la Gestión Integral de estos residuos a través de un marco normativo robusto. Dichos obstáculos se traducen en falta de recursos, vacíos legales, tramitología compleja y falta de asignación de responsabilidades y obligaciones entre los actores involucrados en la cadena de consumo, generación y disposición final de estos residuos.
Por tales razones, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del Estado de Jalisco, en conjunto con Casa Cem, trabajan en la generación de información y de diagnósticos que faciliten y promuevan la gestión ambientalmente responsable de los RAEE en nuestro Estado, desde un marco legal realista, aplicable y ambientalmente responsable.